MERCADO PÚBLICO
DE SANTA CRUZ DE LORICA
Intervenciones en la obra
Proyecto de restauración
Fuentes Consultadas:
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano. Centro Histórico de Santa Cruz de Lorica
Proceso de recuperación del Centro Histórico: Restauración del Mercado Público.
-Difusión del Plan Especial de Protección del Centro Histórico. -Restitución del espacio público. -Implementación del proyecto sobre funcionamiento de la Alcaldía Municipal en el patrimonio inmueble. -Reactivación del Programa de Vígias del Patrimonio. -Ampliación del Parque Simón Bolívar. -Proyectos Museo de la Ciudad y Ciudad Educadora (en gestión). -Aplicación de la reglamentación del Centro Histórico. -Propuesta reubicación de vendedores estacionarios: -Propuesta Centro Comercial Popular (Patios del Pilador). -Recuperación de fachadas en los inmuebles patrimoniales. -Regulación de avisos en fachadas. -Aplicación del criterio de intervención sobre arquitectura nueva articulada contextualizada. -Restauración del Edificio González (Edificio del Saber). -Restauración del Edificio Dolores M. Caraballo (Edificio del Gobierno y Justicia). -Restauración del Edificio Afife Matuk. -Recuperación de la memoria colectiva historia. Mural sobre auge comercial de Lorica. -Proyecto encuentro de culturas en Santa Cruz de Lorica. -Atención a la problemática ambiental del sector. EL TEMPLO
PARROQUIAL DE AYAPEL
Fuentes
consultadas:
Fotografías: Roger Serpa Espinosa / Carlos Cardona Barguil. Mural Memoria Histórica del Sinú: Adriano Ríos Sossa, aritsta plástico.Nota: Publicado en El Meridiano Cultural de Córdoba. Domingo 30 de septiembre de 2007. * Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano. CENTRO CULTURAL
RAÚL GÓMEZ JATTIN:
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La ubicación privilegiada y estratégica de Cereté en el
curso medio del río Sinú, justo en el punto de bifurcación de su cauce: El ramal principal o Caño de Bugre y el
llamado Boca de Cereté que se internaba por el Caño de Martínez rumbo a Ciénaga
de Oro, Momil, Chimá, Purísima y San Sebastián de Urabá, para unirse de nuevo a la corriente principal en Lorica,
convirtió a Cereté en un punto de convergencia, propiciándose un permanente
proceso de asimilación racial y cultural, que repercutió de
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manera decisiva en el desarrollo económico y social de la comarca desde la época de la colonia hasta bien entrada la República.
Haciendo un poco de historia, para 1870 llegan los primeros barcos de vapor al puerto de Cereté, precedidos de barquetonas y lanchas procedentes de Cartagena y con destino a Montería, lo que le imprimió un gran impulso al transporte fluvial y al fomento de la economía local y regional. |
Es así, como en el último cuarto del siglo XIX Cereté
constituía un puerto importante en el intenso y activo tráfico fluvial entre
Cartagena y Montería, y para mediados y finales del siglo XX se convierte en un
polo de desarrollo agroindustrial, jalonado por la introducción inicial del
cultivo del algodón y complementado con la siembra tecnificada del sorgo, maíz,
soya y arroz, incidiendo en una importante transformación urbanística, en el
mejoramiento de los servicios públicos y en la calidad de vida de los
cereteanos.
Dado el intenso tráfico fluvial que dinamizó las actividades comerciales y mercantiles, con el tiempo se hizo necesario la construcción de una plaza de mercado que sirviera como centro de acopio, de mercadeo y comercialización de productos de la región y de mercaderías procedentes de Cartagena. |
Este desarrollo y progreso tiene como eje articulador, en su primera etapa, el puerto y la plaza de mercado, cuya construcción se inició en 1923 y concluida en 1925, “la cual constaba de 16 locales comerciales organizados en un corredor principal con salidas laterales y una plazoleta…”
Es de destacar que el mercado público fue diseñado como una obra de estilo republicano que pronto se constituyó en una de las edificaciones más emblemáticas de la ciudad, y en el epicentro de la febril actividad mercantil y comercial, en los procesos de colonización alentados por la oleada migratoria de campesinos independientes, procedentes de Las Sabanas de Bolívar, y estimulados por la presencia de inversionistas extranjeros (franceses, ingleses, holandeses, norteamericanos y siriolibaneses), que emprendieron la extracción de maderas finas y la explotación agropecuaria del Alto y Medio sinú. |
Durante 66 años el Mercado Público fue el eje a través
del cual gravitó la actividad económica y comercial, ya que para 1991 con la
construcción y funcionamiento de la nueva plaza de mercado Cereabastos, cayó en
deshuso, abandono y deterioro, pero la administración municipal de Alberto
Saibis Saker emprende un proyecto de recuperación urbana en el centro de la
población, partiendo del rescate del borde del Caño Bugre que atraviesa la
ciudad, y priorizando en la restauración del Mercado Público, por iniciativa de los miembros de la Casa de la Cultura, de gestores y
actores culturales locales se emprende su intervención y restauración en 1996,
como un espacio para el arte y la cultura.
La responsabilidad del proyecto de restauración del Mercado Público fue encomendada al arquitecto restaurador oriundo de Cereté, Carlos Cardona Barguil, y la participación del arquitecto Oscar Swerin Espitia. La interventoría estuvo a cargo del municipio, a través del arquitecto Enrique Fernández Tuirán y la construcción de las obras civiles por la Alcaldía Municipal. El proceso de restauración implicó la realización de estudios preliminares, como la investigación histórica, fotográfica, las exploraciones y el levantamiento planimétrico actual de la obra, la elaboración de un diagnóstico del estado de conservación de la edificación para definir los criterios de intervención. Luego se diseñó un proyecto arquitectónico que permitiera el cambio de uso sin alterar su estilo y estructura. El desarrollo de la intervención se inició con la recuperación de las fachadas principales, molduras, cornisas, prefabricados y remates ornamentales; las obras incluyeron la consolidación de la estructura y |
cubierta, la restitución de faltantes y la liberación de algunos vanos. Luego se trazaron y materializaron los nuevos espacios ajustados a los cambios de uso y finalmente se recuperó la plazoleta contigua a la edificación concluyéndose los trabajos en 1999, en la administración de Jaime Olivera Petro, y el apoyo fundamental del Ministerio de Cultura.
La edificación restaurada fue inaugurada el 14 de octubre del mismo año con la participación del Ministro de Cultura de la época, Juan Luis Mejía, y de una nutrida y selecta delegación artística y cultural de proyección nacional, consagrándose la edificación restaurada a la vida y obra del insigne poeta del terruño Raúl Gómez Jattin. Desde este solemne acto inaugural hasta la actualidad el Proyecto de Restauración de la vetusta plaza de mercado se constituyó en un símbolo emblemático de invaluable valor patrimonial, y el Centro Cultural Raúl Gómez Jattin en una de las instituciones de mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional en la promoción y difusión del arte y la cultura en el Caribe Colombiano. La Asamblea Departamental de Córdoba, mediante Ordenanza No. 12 del 2 de noviembre del 2006 declara al Centro Cultural Raúl Gómez Jattín como “Patrimonio Histórico, Arquitectónico y Cultural del Departamento de Córdoba”. Así mismo, la Gobernación de Córdoba y la Secretaría de Cultura han contribuido con el proceso restaurativo, y en la actualidad se adelantan los estudios para impulsar su declaratoria como Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional, lo que le abriría la posibilidad de acceder a recursos del gobierno central garantizando su mantenimiento y conservación. |
Fuentes documentales consultadas:
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano.
- ABAD HOYOS, Gustavo. Cereté: Su geografía, historia y cultura. (s.f). (s.e), Pp. 103.
- FALS BORDA, Orlando. Retorno a la tierra. Historia doble de la Costa. Tomo IV. Serie Maestros de la sede. Universidad Nacional de Colombia,
- NIETO, Juan José. Geografía histórica, estadística y local de la provincia de Cartagena, República de la Nueva Granada, descrita por cantones, Cartagena: Imprenta de Eduardo Hernández, 1839. En Boletín Historial. Año IV. Números 34, 35 y 36. Cartagena, abril de 1918.
- DE PEREDO, Diego. Noticia historial de la Provincia de Cartagena de Indias. Año 1772. Nota de presentación por: José A. Blanco B.
- MUNICIPIO DE CERETÉ. Plan de Ordenamiento Territorial. Componente Urbano y Rural.
- SERPA ESPINOSA, Roger. Microhistorias de ciudades y pueblos del departamento de Córdoba. Trabajo inédito. Montería, 2005 – 2006.
- Archivos documentales y fotográficos del Centro Raúl Gómez Jattín, del arquitecto restaurador Carlos Cardona Barguil y de Roger Serpa Espinosa.
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano.
EL SOMBRERO
VUELTIAO:
DE LEGADO DE LA
CULTURA ZENÚ A SÍMBOLO DE LA COLOMBIANIDAD
Por Roger Serpa Espinosa*
El sombrero vueltiao no es una herencia de los españoles,
por el contrario, es un auténtico legado de la Cultura Zenú. Su origen se remonta a cerca de 3 mil años, y
según algunos investigadores la trenza con que se confecciona evolucionó de la
cestería, que a su vez se desarrolló plenamente como producto de la
domesticación del maíz, paralelamente con la cerámica.
Las evidencias son incontrovertibles: Muchas de las piezas de orfebrería y cerámica encontradas por arqueólogos y guaqueros en el vasto territorio que fue asiento de la milenaria Cultura Zenú, evidencian que nuestros antepasados usaron sombreros, gorros y tocados, como prendas básicas de la indumentaria. Es probable que además de su función utilitaria también tuviera un significado ritual. |
Del primitivo Sombrero Zenú se evolucionó al Sombrero Vueltiao Contemporáneo, para ello fue necesario un largo, continuo y sostenido proceso de búsqueda, de indagación y de experimentación con diferentes fibras vegetales hasta lograr la flexibilidad y versatilidad en el procesamiento de la vena central de la hoja de la caña flecha, que enriquecido con la ticción de dichas fibras se logró la armónica combinación del blanco con el negro.
Pero tal vez, el paso más trascendental en la elaboración del sombrero fue la introducción de las “pintas” como elementos ornamentales, que evidencia un derroche de creatividad e ingenio en la estructura del trenzado y en el manejo del diseño para dar como resultado elementos de un profundo contenido simbólico. |
Benjamín
Puche Villadiego, uno de los más lucidos y consagrados investigadores del
Caribe Colombiano, nacido en Montería el 15 de mayo de 1923 y residenciado en
Barranquilla en la noche del 19 de julio
de 1968, a la luz tenue de un mechón, en Boca del Monte (Chinú), propició el
nacimiento de la Fórmula Matemática de la trenza. Veamos: 2 ( N + 1 ) + 1 = X, mediante la cual se determina la estructura de
la trenza y las calidades del sombrero vueltiao.
Si bien nuestros antepasados nos legaron las técnicas del trenzado y del diseño, la presencia y continuidad de la tejeduría del sombrero vueltiao hasta nuestros días constituye uno de los fenómenos culturales de mayor importancia en América, como es la persistencia étnica y cultural en sus actuales legatarios: Las comunidades del resguardo indígena Zenú de San Andrés de Sotavento. |
Declaratorias y
Reconocimientos:
Por ello no es gratuito, que en los últimos años el sombrero vueltiao haya sido objeto de reconocimiento y valoración a nivel departamental, regional, nacional e internacional: - La Asamblea Departamental de Córdoba acogiendo la propuesta de la Gobernación de Córdoba y de la Secretaría de Cultura, aprobó la Ordenanza No. 08 del 17 junio de 2004, mediante la cual se declaró el Sombrero vueltiao Patrimonio Cultural del Departamento, y el 18 de junio de cada año como Día Departamental del mismo. - El Congreso de la República aprobó la Ley 908 del 8 de septiembre de 2004 declarando al Sombrero Vueltiao como Símbolo de la Colombianidad. - El 26 de junio del 2006, la Revista Semana divulgó los resultados de la convocatoria, promovida también por varios medios de comunicación, para la selección del Símbolo de los Colombianos con 394.606 participantes, de los cuales 75.580 votaron a favor del Sombrero Vueltiao como Símbolo de Colombia, |
compitiendo con 49 opciones que comprenden todos los aspectos de la historia, la cultura, la economía, la religión, la flora, la fauna, la arqueología, la minería, la geografía, los símbolos patrios, el folclor en sus diferentes y múltiples expresiones.
- En el evento de Expoartesanías, versión 2003, el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (ICONTEC) y Artesanías de Colombia S.A, entregaron la Certificación de Sello de Calidad Hecho a Mano a 17 trenzadores del sombrero vueltiao, como sello distintivo de calidad y autenticidad de productos artesanales elaborados manualmente, diferenciándolos de aquellos que se fabrican mediante procesos industriales. - La Superintendencia de Industria y Comercio concedió la denominación de origen a la tejeduría Zenú, mediante la resolución 71097 del 29 de febrero de 2011, por solicitud del Resguardo Indigena Zenú de San Andrés de Sotavento, con el propósito de garantizar la protección y el reconocimiento del sombrero vueltiao en razón a su lugar de creación y producción. |
Fuentes
consultadas:
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano.
- PUCHE VILLADIEGO, Benjamín. Sombrero Vueltiao. Imperio de la Cultura Zenú. Serie Investigación. Ediciones Gobernación de Córdoba. Montería: Papel & Tinta. 2001
- PUCHE VILLADIEGO, Benjamín. Sombrero Vueltiao Zenú. Se trenza antes de aprender a hablar. Barranquilla: Gráficas Yepes. 1996.
- SERPA ESPINOSA, Roger. Los Zenúes. Córdoba Indígena Actual. Serie Investigación. Ediciones Gobernación de Córdoba. Montería, 2000
- SERPA ESPINOSA, Roger. Tejeduría en Caña flecha y Cestería en el Resguardo Indígena de San Andrés de Sotavento. Artesanías de Colombia S.A. Proyecto Córdoba - Sucre. Montería, 1987.
- SERPA ESPINOSA, Roger. Tejeduría en Caña flecha (El Sombrero Vueltiao). La Revista, Academia de Historia de Córdoba, No. 5. Bogotá: Producciones Editoriales Ltda, 1987.
- Revista SEMANA. Edición especial: El Sombrero de Colombia. Los colombianos eligieron el sombrero vueltiao como símbolo que más los representa. Edición No. 1.260. Junio 26 a Julio 3 de 2006.
- Fotografías: Archivo fotográfico Roger Serpa Espinosa.
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano.
FESTIVAL NACIONAL DEL PORRO
UN ESPACIO DE CREACIÓN Y CONVIVENCIA
Por Roger Serpa Espinosa*
Antecedentes étnicos y culturales.
El Sinú, el San Jorge y las Sabanas -y particularmente San Pelayo- han sido un crisol donde se han fundido los abigarrados aportes de culturas milenarias (amerindias, europeas, africanas y asiáticas), avivadas por el fuego del mestizaje y el sincretismo, y evidenciadas en el rico y variado patrimonio cultural contemporáneo. De ahí, que es consustancial al ser cordobés y pelayero la extraordinaria capacidad creativa e interpretativa de nuestros músicos y compositores, de los conjuntos de pitos y tambores, de los ritmos y cantos de bullerengue y de las bandas tradicionales de música. Profundizando en los albores del siglo pasado con la conformación de las primeras bandas de músicos en San Pelayo y en los demás pueblos y comarcas circundantes, encontramos los antecedentes más cercanos del Festival Nacional del Porro, cuya |
primera versión se realizó del 24 al 26 de junio de 1977, con la participación de 9 bandas regionales, siendo la ganadora la “Banda 19 de Marzo” de Laguneta (Ciénaga de Oro). Desde ese año del bicentenario de la fundación hispánica de San Pelayo hasta la actualidad se ha venido realizando el Festival Nacional del Porro, consagrándose esta población del Medio Sinú en uno de los más importantes centros de diseminación de la música popular del Caribe Colombiano. El Festival Nacional del Porro como evento dinamizador de procesos culturales constituye, en esencia, un espacio de autenticidad patrimonial, mediante la integración e intercambio artístico y cultural propiciando acciones de investigación; formación, capacitación y práctica pedagógica; estímulo al saber y a la memoria popular; promoción y difusión del talento musical; reactivación de la economía local y regional; convivencia ciudadana y paz social. |
Declaratoria: La Gobernación de Córdoba, a través de la
Secretaría de Cultura con el concepto técnico favorable del Centro Filial del
Consejo de Monumentos Nacionales Seccional Córdoba, consciente de la
trascendencia del festival pelayero, impulsó en la Asamblea Departamental la
aprobación de la Ordenanza No. 10 del 11 de agosto de 2006 “Por la cual se
declara el Festival Nacional del Porro, como Patrimonio Cultural Inmaterial del
Departamento de Córdoba…”
Plan Especial de Protección (PEP): En cumplimiento de dicha Ordenanza se requiere que la Junta Directiva del Festival, con el apoyo de la alcaldía municipal, de la administración |
departamental, del Ministerio de Cultura y de otras instituciones y entidades del sector público y privado, promuevan la elaboración y puesta en marcha del Plan Especial de Protección del evento, que garantice su salvaguardia, promoción, difusión y sostenibilidad, como uno de los espacios más auténticos y raizales del folclor latinoamericano.
Como ya es tradicional, durante los cuatro días del Festival Nacional del Porro el límpido aire de San Pelayo se satura con la dulzura de los clarinetes, la vitalidad de las trompetas, el tono acompasado de los barítonos, la monotonía aguda de los bombardinos, la vivacidad de los redoblantes, el llanto quejumbroso de los bombos y el fragor metálico de los platillos. |
Fuentes
consultadas:
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano.
- SERPA ESPINOSA, Roger. Festival Nacional del Porro. Milenio: La revista del siglo XXI. Año II. Edición No. 10. Junio de 2006. Págs. 11 - 13
- FORTICH DÍAZ, William. Con bombos y platillos. Domus Libri. Bogotá: Gráficas Ducal, 1994.
- Festival Nacional del Porro: San Pelayo, Córdoba. Junta Organizadora del XXVII Festival Nacional del Porro. San Pelayo, 2003.
- Archivos fotográficos de Roger Serpa Espinosa y El Meridiano de Córdoba.
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano.
SEMANA SANTA DE CIÉNAGA DE ORO
Por Roger Serpa Espinosa*
En
la época prehispánica Ciénaga de Oro fue asiento de uno de los principales
cacicazgos del Finzenú. Se destacó como
centro orfébrico y cerámico, con una densa y calificada población dedicada al
trabajo del oro y el barro, y a las actividades comerciales y de intercambio de
productos manufacturados.
Los aborígenes aprovecharon las corrientes fluviales para la construcción de canales de drenaje, tomando como eje principal el caño de Aguas Prietas o El Floral… “para aprovechar al máximo el potencial económico tanto de la tierra como del agua”. Así lograron cultivar en sus terrenos fertilizados maíz, yuca, frijoles, guandul, ñame, ajíes y tomates, que complementados con la abundante caza y pesca constituían una dieta alimenticia balanceada. También cultivaron el algodón que utilizaron para los tejidos y aprovecharon las fibras vegetales y los bejucos para labores de cestería. Fueron profundamente religiosos y reverenciaron a sus muertos. Al arribo de los españoles a nuestro territorio tenía sentado sus reales el renombrado cacique Panaguá, sobre el cual se han tejido fabulosos relatos y sugestivas leyendas, que aún perduran en la memoria de los abuelos. Los cementerios fueron profanados en busca de las ricas orfebrerías. La fundación hispánica se remonta al año de 1744 por disposición del gobernador de Cartagena, Juan de Torrezar Díaz Pimienta, con el nombre de San José de Ciénaga de Oro. Posteriormente, el 15 de diciembre de 1776 Antonio de la Torre y Miranda refunda y organiza la población bajo la denominación de San Antonio de Ciénaga de Oro. |
A
él se le atribuye la organización de
la primera ceremonia religiosa en homenaje a la virgen Concepción Inmaculada
de María, constituyéndose, probablemente, en el germen primordial de las
celebraciones de la Semana Santa, las que se consolidan a partir de 1783 con la
erección de la localidad como una de las primeras parroquias del Partido del
Sinú por el obispo de Cartagena José Díaz de
Lamadrid.
Una de las peculiaridades de estos actos litúrgicos, saturados de un profundo sentimiento religioso, ha sido la participación de “personas humildes que se encargaban de cargar en andas muy sencillas, las imágenes traídas del extranjero…” Y justamente… “una de esas expresiones fue precisamente la de las procesiones en las que el clero reprodujo los desfiles sacros, traídos preferentemente de la Andalucía cristiana, y que tuvieron gran acogida entre los nativos, porque permitían visualizar lo sagrado a través de la imaginería”. Con el transcurrir del tiempo, Ciénaga de Oro se constituye en un importante centro de intercambio comercial y en una encrucijada donde convergen diversos grupos raciales y variadas manifestaciones culturales y religiosas, constituyéndose en el fermento que propició el surgimiento de una clase económica emergente, conformando una “élite regional –que pudo- acceder a libros, mobiliario y objetos suntuarios para sus casas e imágenes, retablos, tallas, alhajas, coronas, adornos destinados al templo y hermandades”, enriqueciendo el boato y lo espléndido de esta liturgia sin par en nuestro Departamento, sólo equiparable con las celebraciones de Santiago de Tolú y de Santa Cruz de Mompox en el Caribe Colombiano. |
Esta tradición más que centenaria
congrega, cada año, a miles de peregrinos y visitantes, quienes participan con
profundo fervor religioso en los actos programados por la Junta Pro Semana
Santa -coordinada por Silvio Burgos Durango y Orlando Pretelt Burgos-, que
según el renombrado historiador nativo Manuel H. Pretelt es “remedo de la de
Sevilla (España)… (y) constituye una demostración de la fe que pervive como preciosa herencia,
que se ha sabido guardar con conciencia, con firmeza y con decoro”, cuyos
componentes fundamentales en el desarrollo de los actos litúrgicos son los
siguientes:
ITINERARIO PROCESIONAL: Viernes de Dolores. Procesión del Encuentro: Los Judíos, San Juan y La Dolorosa. Domingo de Ramos: Procesión con el paso de La Burrita y la imagen del Buen Pastor. Miércoles Santo: Procesión con el Cristo Expirado. Jueves Santo: Procesión de los Judíos (Jesús Nazareno con la Cruz a cuesta). Viernes Santo: Procesión del Santo Sepulcro. Domingo de Resurrección: Procesión del Señor Resucitado. PESONAJES: Pregonero Romano, La Muerte, Incensarieros, Campanitero y Colero, Penitentes, Cargadoras, Cargueros o Nazarenos, Cofrades, Legionarios Romanos, Sayones, Niños de Pasión, Músicos, Portaestandartes, el Sacerdote, Capataz o Síndico y Junta Pro Semana Santa. IMAGINERIA: Los pasos: El Buen Pastor con la Burrita la Cruz de Caravaca, el Ángel y la Muerte, la Cena, el Paraíso, el Cautivo, la Columna, laCoronación, la Sentencia, El Caído y Santa Verónica, La Consolación, el Despojo, los Judíos con Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, el Calvario, los Ladrones, el Descendimiento, la Piedad, las Insignias, el Santo Sepulcro, San Juan, La Dolorosa. |
En la administración municipal de René Burgos Echenique se declara la Semana Santa de Ciénaga de Oro como “Patrimonio Cultural Intangible”, mediante el Decreto No. 022 de enero 16 de 2004. Por su parte la Gobernación de Córdoba, a través de la Secretaría de Cultura, su declaratoria como Patrimonio Cultural Inmaterial, de carácter departamental, con el propósito de adelantar acciones conducentes a garantizar su viabilidad mediante procesos de identificación, documentación, investigación, protección promoción, valorización, transmisión y revitalización de esta expresión inestimable de nuestro patrimonio.
Mediante Decreto 2224 de 26 de diciembre de 2011 de la Gobernación de Córdoba, la Semana Santa de Ciénaga de Oro fue incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial (LRPCI) del departamento de Córdoba, previo concepto técnico del Consejo Departamental de Patrimonio, orientada a incentivar el arraigo de ésta tradición religiosa en el imaginario colectivo, como práctica de ejercicio comunitario y de cohesión social generadora de identidad cultural y de sentido de pertenencia. Así mismo, se busca favorecer la construcción de espacios que propicien el intercambio y el diálogo cultural en torno a las múltiples y variadas manifestaciones de la religiosidad popular, y afianzar la apropiación social del patrimonio cultural. En la actualidad se encuentra en estudio la solicitud de inclusión de la Semana Santa de Ciénaga de Oro en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial (LRPCI), de carácter nacional. |
Fuentes consultadas:
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano.
- BURGOS DURANGO, Silvio y PRETELT BURGOS, Orlando.
Memorias de la Celebración Procesional de la Semana Santa de Ciénaga de Oro.
Compilación en folletos, plegables, catálogos, programas y guiones
museográficos y de videos.
- PRETELT MENDOZA, Manuel H. Estampas de Ciénaga de Oro.
Domus Libri 2ª. Ed. Bogotá: Impreandes Presencia S.A., 1997. Pp. 419.
- PRETELT MENDOZA, Manuel H. Retazos históricos. Domus
Libri. 1ª. ed. Santafé de Bogotá: Gráficas Ducal, 1991. Pp. 491.
- SERPA ESPINOSA, Roger. CÓRDOBA: un paraíso para descubrir y disfrutar. Plegable de promoción turística. Gobernación de Córdoba y Secretaría de Cultura. Montería, 2005.
- SERPA ESPINOSA, Roger. Microhistorias de ciudades y pueblos de Córdoba. Inédito. Montería, 2005-2006.
- JUNTA CÍVICA PRO SEMANA SANTA DE CIÉNAGA DE ORO. Archivos fotográficos y fílmicos.
* Investigador y Gestor Cultural. Representante Legal Fundación Patrimonio Caribe Colombiano.
Artículos
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